PLANES SEXENALES DE LOS PRESIDENTES MEXICANOS

El cardenismo (1934-1940):
Se sientan las bases del desarrollo capitalista, surge de un proyecto del Partido Nacional Revolucionario ( PNR), que elabora un Plan Sexenal sin reelección que van integrando la sucesión presidencial en México. El Plan Sexenal tiene un sentido popular y democrático, buscaba reformar al Estado en cuatro puntos principales: El agrario, el obrero, el industrial y el educativo. Buscaba no sólo el crecimiento de la economía sino la distribución de la producción y del ingreso entre todos los miembros de la sociedad mexicana, pretendía un desarrollo económico.

El Modelo de sustitución de importaciones.
1940 punto de partida del éste modelo, debido a los efectos de la segunda guerra mundial, la demanda de los bienes mexicanos se elevó y trajo consigo una elevada tasa de empleo. Algunas empresas incrementaron los turnos de trabajo para satisfacer las demandas Internas que no podían ser satisfechas, porque los países europeos padecían los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Otro factor que propició este modelo, fue la política del presidente Ávila Camacho(1940-1946) porque prometió indemnizar a los ex dueños de la industria petrolera mexicana, reconocer la deuda de los bonos vencidos y se estímulo la inversión extranjera en los ramos de la manufactura y el comercio. También el presidente Miguel Alemán (1946-1952) impulsó más este modelo. Controló fuertemente la importación de bienes de consumo, pero fue flexible con los bienes de capital. México vio llegar maquinaria y equipo extranjero adquiridos con las ganancias logradas durante los años de guerra.
Modelo de desarrollo Estabilizador:
Modelo específico de México derivado de la intención del gobierno de intervenir en la economía para controlar la industria se genera en los sexenio de Adolfo Ruíz Cortines (1952-1958), Adolfo López Mateos (1958-1964) y Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970). El modelo evita los factores desestabilizadores de origen externo o interno, como devaluaciones, inflaciones, etc., para fomentar la industria en un desarrollo no accidentado y sin conflicto que sea permanente, estable y estabilizador del orden social. Es una continuación de políticas económicas industrialistas en nuestro país de 1952 a 1970 y las medidas son:
1. El crecimiento industrial se financió por las exportaciones agrícolas, mineras y el turismo
2. A nivel interno, los productos agrícolas, mantuvieron el precio bajo al igual que la mano de obra y facilito la capitalización de la industria.                                            3. Barreras para proteger el crecimiento de la industria nacional y no competir con la internacional, se garantizó un mercado cautivo y apoyo en asuntos fiscales de crédito y de infraestructura básica, el estado tubo que ser empresario en comunicaciones y energía con la economía mixta de empresas de capital público y privado.
La política de sustitución de importaciones fortaleció la industria pero trajo consigo una serie de desequilibrios que obligaron a crear una política diferente, para seguir su crecimiento se requería de tecnología pero los países extranjeros no colaboraban sino se les dejaba invertir, además las medidas antes tomadas para impulsar el sector industrial generaron alzas de precios y terminaron por encarecer la vida, para detener el aumento constante de precios y saltar el obstáculo de la transferencia tecnológica que ponía al desarrollo industrial, el desarrollo estabilizador limitaba los gastos del gobierno, frenaba los aumentos salariales y abría las puertas a la inversión extranjera.
Desarrollo compartido.
Luis Echeverría Álvarez presidente de México (1970-1976) hace fuertes críticas al modelo de desarrollo estabilizador y plantea un desarrollo compartido, los objetivos de este plan se parecían a los que había perseguido el gobierno de Lázaro Cárdenas; satisfacer las demandas mínimas de los trabajadores sin afectar los intereses financieros de las empresas. Dejaron de recibir los apoyos empresarios, lo que paralizo la industria y por consecuencia, la oferta de trabajo disminuyó. Con el propósito de estimular la demanda de productos, el gobierno realizó grandes inversiones de infraestructura, adquiere empresas en quiebra y otorga aumentos salariales, recurriendo a deudas externas y a la emisión de la moneda. El mal desarrollo del sector agropecuario y la creciente población favorecieron que México comenzará a importar alimentos. Una elevación de los precios del petróleo obligó a elevar los combustibles de consumo nacional, lo que llevó a un gran periodo inflacionario, que desembocó en una crisis económica.


Modelo del crecimiento económico acelerado (1976-1982).
Con Echeverría, el Estado se había convertido en un auténtico seguro del fracaso de los negocios privados, ya que para evitar cierre de empresas las asumía el gobierno. Con el tiempo, acumuló un gran número de empresas quebradas e ineficientes, que contribuían al crecimiento del déficit público. Ante la resistencia y presión empresariales, encontró que la única salida era el endeudamiento público externo, ruta que después magnificó López Portillo. Sin embargo, nunca mejoró la distribución del ingreso; más bien empeoró. Finalmente, la inflación y la inestabilidad de la balanza de pagos provocaron la primera devaluación en 22 años, situación en la cual asumió la presidencia López Portillo.
Ya como presidente, su primera tarea era atender y controlar la crisis que se había desatado por la devaluación y los desequilibrios tanto de la balanza de pagos y el presupuesto público. Se llegó a un acuerdo con el FMI para instrumentar un programa de estabilización. Propuso dividir su sexenio en dos años de recuperación, dos de consolidación y dos de crecimiento más acelerado. Sin embargo, se encontró con reservas crecientes de petróleo justo cuando escaseaba en el mundo. Por lo mismo, en vez de resolver los desequilibrios existentes, se apostó aun precio elevado permanente en el petróleo.
El aumento exagerado del precio del petróleo llevó a una acumulación descomunal de dólares por parte de los países árabes, que a su vez se depositaban en los bancos norteamericanos. Este exceso de liquidez los llevó a incrementar sus préstamos también en forma acelerada. Ante las promesas de abundancia en México, el gobierno cayó víctima de un sobreendeudamiento que en pocos lugares se había visto. López Portillo jugó con el bienestar mexicano un albur de que el precio del petróleo permanecería por encima de 40 dólares por muchos años.
Sexenio de Miguel de la Madrid (1982-1988)
De la Madrid llegó al poder en una de las épocas más difíciles del país, mucho debido a su antecesor José López Portillo, quien nacionalizó la banca tres meses antes de salir del poder. Como resultado, la inflación subió a un promedio de casi 100% cada año, el desempleo creció a 15% entre 1983 y 1985 y hubo caídas drásticas en producción, sobre todo en industrias gubernamentales, ya para ahí entonces anticuadas. Para resolver tales problemas, emprendió la Renovación Moral de la sociedad, elaboró un Plan Global de Desarrollo, estableció a nivel constitucional un sistema de planificación democrática y más importante, inició con la apertura económica, la desregulación y descentralización así como la privatización de empresas estatales, algo que seguiría bajo su sucesor; como resultado, el número de paraestatales bajaron de 1155 en 1982 a 412 en 1988; el sistema bancario se volvió a descentralizarse también durante ésta época de una forma extraoficial. Ante la severa crisis económica (donde se alcanzó el 3,100 por ciento de devaluación del peso), se establecieron los Pactos de Crecimiento Económico con los diversos sectores sociales, mediante los cuales el gobierno subsidiaba parte de los precios de los productos básicos y los productores/distribuidores se comprometían a no aumentarlos.
Sexenio de Carlos Salinas
El sexenio de Carlos Salinas se caracterizó por un fuerte crecimiento económico y la privatización de numerosas empresas paraestatales, cuya desincorporación se realizó en condiciones de poca transparencia.
Destaca entre estos eventos la privatización bancaria, que al llevarse a cabo sin contar con un marco regulatorio adecuado y dada la poca experiencia bancaria de sus beneficiarios, desembocó en la crisis bancaria de 1995, cuya consecuencia fue la quiebra de varios bancos y su posterior rescate bajo el polémico esquema del Fobaproa. De igual modo, la privatización de Telmex se llevó a cabo sin prever la entrada de otros actores al mercado, de modo que México acabó teniendo un monopolio privado que proporciona uno de los servicios en telecomunicaciones más onoresos del mundo, junto con uno de los hombres más ricos del orbe: Carlos Slim Helú.
Su principal acto en materia comercial fue la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte con los Estados Unidos y Canadá. El mismo día que dio inicio el tratado ocurrió el levantamiento zapatista. Que era como una protesta a la maniobra que estaba realizando salinas, que estaba dejando rezagado a una gran parte de la población mexicana, es decir, salinas anunciaba que mexico estaba apunto de entrar a las filas de los países de primer mundo, cuando irónicamente en algunas partes de territorio (Chiapas), se vivía en condiciones precarias de vida.Entonces en movimiento zapatista es una manifestación hacia la falacia que propugnaba salinas de gortari, con su fanática idea de que México pasaría a ser un país de primer mundo, después de firmar el TLC.
La columna vertebral de la política social de Salinas fue el llamado Programa Nacional de Solidaridad, un esquema de financiación de obras públicas en zonas marginadas que buscaba la participación comunitaria como eje. Con algunas importantes modificaciones y con el nombre de Progresa durante el sexenio de Zedillo y Oportunidades, durante el sexenio de Fox, estos programas han seguido constituyendo el tronco principal de la política social del gobierno federal en México.
Gran parte de la estrategia financiera de Salinas se apuntalaba en deuda de corto plazo. Ernesto Zedillo, su sucesor, incapaz de articular una estrategia de amortiguamiento de los vencimientos de pagarés denominados en dólares, (Tesobonos), precipitó el advenimiento de una de las peores crisis financieras que ha vivido México, conocida como error de diciembre; y en el exterior como Efecto Tequila.

Sexenio de Ernesto Zedillo
La presidencia de Ernesto Zedillo estuvo marcada por la crisis financiera más severa del siglo con repercusiones internacionales llamada fuera del país como Efecto Tequila. Zedillo y Salinas se culparon mutuamente de la crisis. Carlos Salinas, responsabilizó al llamado error de diciembre que fue la táctica de libre flotación de la paridad peso-dólar (la cual había estado controlada en el sexenio de Salinas) en diciembre de 1994, la cual causó una fuga masiva de divisas ante la situación política del país (levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, asesinato de Colosio y otros políticos, etc.).
El precio del dólar incrementó cerca del 100% inmediatamente, causando quiebras de miles de compañías, desempleo y que muchos deudores se vieran impedidos de pagar sus deudas. El gobierno de Zedillo ideó el Fondo Bancario de Protección al Ahorro, FOBAPROA para apoyar a la banca nacional contra los deudores.

Sexenio de Vicente Fox.
Antes de ser elegido como presidente, Fox prometió en su campaña que proporcionaría a cada mexicano la oportunidad de un trabajo en México. En la práctica, Fox ha dependido en gran parte de una política de migración hacia los Estados Unidos como manera de proporcionar los medios de subsistencia a los obreros mexicanos. La política de migración se ha convertido en pieza principal de las relaciones con los Estados Unidos y la prioridad del gobierno de México. Fox es un promotor entusiasta de de una política de fronteras abiertas que permita el libre tránsito de personas entre los dos países. Su más reciente solicitud al gobierno de los Estados Unidos fue la de crear un Plan de Trabajadores Huéspedes que según Fox proporcionará una mayor seguridad a los EUA - "Lo mejor que le puede suceder a ambos países es que tengan un flujo ordenado y controlado de la migración hacia los Estados Unidos
En el sexenio de Fox se han implementado políticas sociales tales como becas a estudiantes de escasos recursos de nivel primaria y secundaria, preescolar, maternal y apoyo económico a familias marginadas. Estas dos medidas son consideradas por el gobierno como causa de una "notable" reducción en el número de pobres en México, opinión que es compartida por algunos organismos internacionales. De modo adicional, ha intentado aumentar la capacidad de asistencia en los servicios de salud a personas sin seguridad social, introduciendo el llamado Seguro Popular. A finales de 2005, el presidente Fox declaró su intención de aplicar un plan de ayuda económica a personas ancianas de escasos recursos que se implementará en marzo de 2006.
Felipe Calderón.
El 1 de diciembre de 2006, Vicente Fox le entregó la presidencia de la república al Lic. Felipe Calderón Hinojosa en medio de una crisis política debido al resultado tan cerrado en las Elecciones generales de México (2006) el 2 de julio.
Desde su llegada (fraudulenta) a la Presidencia de la República, Felipe Calderón decidió emprender una “guerra” contra el narcotráfico para solucionar su déficit de legitimidad. Pero lo hizo sin planeación, sin atajar las causas profundas del problema. No cabe duda, el tráfico de sustancias ilegales es un asunto multinacional, pero no solamente eso: es una cuestión económica, de pobreza en el país, de falta de oportunidades. Más de 400 mil personas en México están relacionadas con el narcotráfico. Si en el país no existen las condiciones para que miles de mexicanos puedan sobrevivir, las opciones son claras: migrar a los Estados Unidos o integrarse de una u otra forma al negocio del narcotráfico. Si no se soluciona esto, el problema continuará profundizándose. La manera como Calderón afrontó al narco fue la más desatinada posible: con una supuesta “guerra”, una guerra donde uno de los bandos estaba infiltrado por el otro. El fracaso, pues, era muy anunciado, inexorable.